Uno de los temas que ha venido generando mayor relevancia en las últimas décadas a nivel mundial, es el de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMEs) así como el fortalecimiento del ecosistema emprendedor, especialmente en los países latinoamericanos. Nuestro país, no ha sido ajeno a esta tendencia y a la fecha es reconocido internacionalmente, como uno de los países más emprendedores del mundo.

 

Sin embargo, hoy existen varios retos y desafíos, por los que el Estado, el Sector Privado y la Academia deben de trabajar, a efectos de fortalecer el desarrollo de los emprendimientos y MIPYMEs que generan más del 85% del empleo en el país, constituyen el 99% de las unidades empresariales, y que contribuyen en 40% al Producto Bruto Interno (PBI). Es conocido que temas como la informalidad, barreras burocráticas, tasas de financiamiento elevadas, falta de capacitación y asistencia técnica, entre otros; son algunos de los factores que limitan el buen desarrollo de un adecuado clima de negocios y por ende son una barrera para la consolidación de nuestras MIPYMEs.

 

En este contexto, el trabajar en conjunto en pro del desarrollo de nuestras empresas, promoviendo la implementación de valor agregado a sus productos, utilización de la Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TICs) en sus procesos, adecuación de un marco jurídico- empresarial que promueva su formalización y la generación de políticas públicas sostenibles, constituyen algunas de las acciones inmediatas a realizar, las mismas que desde la fundación de la Asociación Peruana de Impulso Empresarial - APIE, se vienen promoviendo como objetivo prioritario.

 

Contar con MIPYMES innovadoras y con ventajas competitivas, es la base para el crecimiento y consolidación de países como el nuestro, en el que contamos con un importante número de recursos naturales. De la misma manera, si estas unidades empresariales cuentan con un desarrollo sostenible lograrían una  mayor generación de empleo de manera formal y productiva, contribuyendo de manera más efectiva con el desarrollo económico local y nacional, así como con la  reducción de la pobreza.

 

En tal sentido, APIE se suma al conjunto de actores involucrados en este sector, con la convicción de forjar y fortalecer emprendedores y MIPYMEs peruanas.

Finalmente, agradezco la confianza de los fundadores y miembros del consejo directivo de APIE, por permitirme presidir esta primera gestión de la Asociación; la cual la realizaré con responsabilidad y  mi mayor compromiso a fin de lograr los objetivos trazados en pro de un Perú mejor.

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Lima, 2017

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Abg.  Mariella Elizabeth Puch Coronado

Presidente 

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